¿DÏA DE REYES?... PUES… ¡ QUE VIVA EL REY !
MENSAJE # 25
Hemos oído
hablar tanto acerca de reyes. Y los ha habido y los sigue habiendo de todas las
clases: rey bueno, malo, asesino, corrupto, sádico…reyes y más reyes… ¿Y los
reyes magos? ¡Los magos de oriente! ¿Quiénes son? https://www.youtube.com/watch?v=zxg9VPNwDj0
¡Hablemos de un
rey! ¡Nabucodonosor, rey de Babilonia! Sitió a Jerusalén y tomó cautivo al
pueblo de Dios, a Daniel, entre ellos. El rey tuvo un sueño, que no podía
recordar. Hizo llamar a magos, adivinos, sabios y astrólogos a que le mostrasen
su sueño y la interpretación, pero ninguno pudo hacerlo. Lleno de ira mandó a
matar a todos aquellos “sabios” de Babilonia… Entonces, Daniel y sus amigos
pidieron misericordia al Dios del cielo sobre este misterio. El secreto le fue
revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual Daniel bendijo a Dios: “Sea
bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la
sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y
lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh
Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo…” Daniel pudo decirle al rey su
sueño e interpretación. Entonces el rey engrandeció a Daniel y le dio honores…
(Daniel 2) Nabucodonosor, por desobediencia
a Dios, enloqueció y llegó a comer hierba como las bestias, hasta arrepentirse
y postrarse ante Dios Todopoderoso que lo perdonó y le devolvió su reinado en
la Babilonia de jardines colgantes. https://www.youtube.com/watch?v=Fc97G82VWjk
La historia
registra la vida de otro rey: Conocido como El dulce cantor de Israel, El
Amado, El Elegido de Dios. Un joven pastor, músico y poeta que defendió sus
ovejas del oso y del león…. Y acabó con Goliat, el gigante filisteo. El hijo de
Isaí, de la Tribu de Judá. El rubio de hermosos ojos, de quien se dice que
tenía su corazón conforme al corazón de Dios, por eso Dios lo eligió rey de Israel: ¡Sí! “El rey David”. …“Era
primavera, época en que los reyes expandían territorios. David envió a Joab al
frente del ejército de Israel y él se quedó en Jerusalén. Aquella tarde, el rey
paseaba por la azotea cuando vio, bañándose en el río, a la hermosa Betsabé,
esposa de Urías, uno de sus soldados que había ido a la guerra y ordenó
llevarla a su presencia y se acostó con ella. Betsabé volvió a su casa pero
poco después le hizo saber al rey que estaba embarazada. Haciendo ver que
Betsabé estaba embarazada de su esposo, David hizo traer a Urías del frente de
batalla, como si fuera un regalo por ser un buen soldado y le ordenó: “Vete a
tu casa y acuéstate con tu mujer” (2 Samuel 11:8). Urías, fiel a su rey, se
dijo: “¿Cómo estaré en mi casa con mi mujer mientras los demás están en la
guerra y durmió a la puerta de la casa del rey, con los siervos de su señor.
Viendo esto, David lo envió otra vez al frente de batalla a llevarle una carta
a Joab en la que ordenaba poner a Urías donde la batalla estuviera más dura,
dejarlo solo, que fuera herido y muriera. Así fue… Luego del luto de Betsabé
por su esposo Urías, muerto en batalla, el rey David se casó con ella. A Dios
no le agradó lo que hizo David. Envió al profeta Natán a amonestarlo. Natán
preguntó al rey “que haría él con el hombre rico que había en su reino, quien tenía
muchas vacas pero hizo un banquete con la única corderita que tenía el hombre
pobre, teniendo él tantas vacas”. El rey dijo: “El que tal hizo debe morir”…
Natán dijo: Tú eres ese hombre rico y el Dios que te ungió por rey dice que no
se apartará más la espada, de tu casa, por lo que has hecho. El hijo de Betsabé
y David nació pero al tiempo enfermó, y a pesar de los ruegos y llanto del rey,
su hijo murió. David se humilló en alabanza. Le había fallado a Dios. Y volvió
a dedicar su tiempo a cantarle, como acostumbraba cuando era pastor… Con el
tiempo David tuvo otro hijo, el Sabio Salomón, sucesor en el trono de Israel.
El rey David no fue exento de pecado. Más Dios dice: ¡Velad y orad! Para
permanecer en su presencia y evitar estar desocupado. Porque, ¡El ocio, es mal
consejero! Así estaba el rey David, sin ocupación… y así le llegó el pecado.
David comprendió que él era rey, pero que había un “Rey de Reyes”, más alto y
poderoso que todos los reyes de la tierra. Arrepentido buscó de Dios en
alabanzas y ¡Aleluyas! https://www.youtube.com/watch?v=Laf28sR93mQ
Ha habido y
habrá reyes en la tierra. Y todos tienen que postrarse y dar cuentas al Rey de
todos los Reyes, “Jehová de los Ejércitos” es su nombre. ¡Su poder es grande y
su reino no tiene fin!
https://www.youtube.com/watch?v=fu7vgWsPt6A ¡Sigamos festejando al Jesús de la Navidad!
¡Que la estrella de Belén te guie
hasta Jesús, como guió a los magos de oriente!
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