martes, 23 de febrero de 2016

21. Amig@... ¡Llegó Navidad...! Y yo... ¡Te invito a mi mesa... al mejor banquete!



AMIG@... ¡LLEGÓ NAVIDAD…!   Y YO…
¡TE INVITO A MI MESA…   AL MEJOR BANQUETE!
MENSAJE #21
Disfruta cada video! ¡Regresa al mensaje y que sea de bendición!

¡Llegó Navidad! ¡Recuerdos gratos! ¡Momentos tristes! ¡Rostros amados! ¡Añoranzas! ¡Risas y lágrimas! ¡Buenos deseos! ¡Abundancia de recuerdos! ¡Una atmósfera de música, paz y amor envolviendo a los habitantes de la tierra y trayendo sosiego a los corazones! ¡Navidad! ¡La tierra se llena de la gloria de Dios! ¡La naturaleza se viste de nieve o de flores! ¡Sabe que es el tiempo en que los hombres reviven el suceso más importante del que se tenga memoria. ¡El día en que nació Jesús, El Emmanuel, el Dios con nosotros!
Sé que todos alguna vez hemos escrito una carta de amor… para un gran amor. Las lágrimas nos sorprendieron en medio de aquella inspiración. Ese amor era algo especial. ¿Recuerdas? Era un sentimiento que no se podía describir fácilmente con palabras. Ni con versos. ¡Era… ese amor que te toma, que te llena, que te absorbe, que te oprime el pecho con dulzura! ¡Y ahí está una… rendida… Sin entender porqué, si el amor es hermoso y dulce y bueno… sientes que duele ¡Ah!
Así siento mientras escribo este mensaje para ti. Son líneas que hablan de mi amor por un pequeño bebé que nació cargado de bendiciones para el mundo pero también cargado de responsabilidades, con un destino nada fácil. https://www.youtube.com/watch?v=D08iH3VfHvs

Y aquel niño de Belén hecho hombre, anduvo entre los hombres…
“Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: “Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar…” 

“Y se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces levantándose reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen? Así lo escribió Mateo (8:23-27)
“…Entonces temieron con gran temor y se decían el uno al otro ¿Quién es éste que aun el viento y el mar le obedecen? Así lo escribió Marcos (4:41)
Amig@, Herman@ querid@, Mateo y Marcos iban en aquella barca. Tú y yo sólo leemos hoy lo que dos hombres que conocían a Jesús y caminaban con él cada día viendo las maravillas que hacía, se asombraban una vez más, se maravillaban una vez más, preguntándose ¿Quién es éste?  

¿Quién es este que nació en Belén? ¿Quién es este, por quien el planeta tierra, el mundo entero, celebra? Celebran “Navidad” o simplemente tienen un motivo para “estar de fiesta”. Pero ¿Se habrán preguntado con temor reverente, con asombro, como lo hicieron aquellos que iban con Jesús en la barca que zozobraba en medio de la tormenta: Quién es este que el viento y el mar le obedecen?  Es: ¡El Creador de lo visible y lo invisible! ¡Del árbol que puedo ver y la fe que hace realidad mis oraciones! ¡Él creó el mundo y lo que en él habita! ¡Dividió el mar! ¡Resucitó a Lázaro! ¡Echó fuera del gadareno a los demonios que lo atormentaban!.. ¡El niño de la Navidad! ¡Su voz tumbó a tierra a Pablo, el perseguidor implacable de los cristianos y luego Pablo se enamoró de Él y le escribió las más impresionantes cartas de amor que yo he leído! ¡El niño de Belén! ¡Cuántos como Pablo, hemos caído con nuestro rostro en tierra! ¡Enamorados de Él y de sus enseñanzas! ¡Sigamos sembrando su semilla! ¡Su Palabra: luz a nuestros pies y lumbrera en nuestro camino! Porque al final de ese camino nos espera: “JESÚS, el niño de la Navidad”  https://www.youtube.com/watch?v=IUobdSGfcNw
 

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