En domingo de amor, música y versos, te comparto un pensamiento: “la
vida es frágil”. ¡Frágil como el cristal que a un toque delicado: se raja, se
parte, se vuelve pedazos, migajas, se destruye y se acaba! ¡Somos peregrinos y
extranjeros en este mundo! Aunque a veces nos parezca como si: “los demás se
enferman pero, yo no”; “los demás se accidentan pero, yo no”; “a los demás le
pasa pero, a mi no”; y hasta nos engaña el pensamiento: “los demás se mueren,
se acaban, dejan de respirar, se van de este mundo físico pero, yo no, todavía
no” ¡Vano pensamiento engañador! ¡Moriré, me iré un día para siempre! ¿Qué
haríamos si supiéramos el día y la hora en que vamos a morir? ¡Dios es tan
sabio, que nos dio “libre albedrío” para que buscáramos de Él por nuestra
decisión y no obligados; pero no nos dijo el día y la hora en que partiremos! ¡Qué
sabio Dios! ¡Si lo supiéramos, no podríamos disfrutar más de este mundo
pensando “se acerca el momento”!
¡No cambiemos la vida ni por un beso, ni por nada! ¡Entreguémosla a
Jesús, ya! ¡No perdamos tiempo! ¡Que el mundo no nos distraiga! Él dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo
no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.”
Juan 14:27
¡TU VIDA!...
¿POR UN BESO?
“Yo te cambio
mi vida por un beso”
Fue lo que me
dijiste, y yo… me eché a reír…
Mejor niego ese
beso y conservo tu vida
porque si te la
cambio por uno de mis besos
me quedo sin
tus besos pues… te vas a morir…
¡Creo que no lo
pensaste y hablaste a la ligera!
¿Por un beso…
tu vida? ¿Tu vida… por un beso?
¡Yo no quiero
perderte! Tú, ¿quieres que yo muera?
Porque… si yo
me quedo sin ti ¿qué pasaría?
¿A quién daré
mis besos en cada primavera
cuando el
clavel sonroje de amor a la azucena?
¿Cuando cante
la alondra y llegue el colibrí
a buscar en las
flores la miel de su corola
y tú no estés
conmigo… y yo me sienta sola…?
¿Cuando las
mariposas vuelen en mi jardín
y el jarrón de
mi vida esté lleno de versos
y de rosas… y
estrellas… y de nubes turquí
y mi piel
revestida de aroma y embelesos…?
¿Qué haré con
tantos besos que tenga para ti
si por un solo
beso, mi amor… ya te perdí?
¡Qué locura…
cambiarme tu vida por un beso!...
¡Con ósculos de
amor cubriré tu universo
y ellos serán
millones… millones… y por eso…
cuando el
clavel sonroje de amor a la azucena
no podré darte
uno, ni pequeño, ni inmenso…!
¡Uno será muy poco…
serán muchos… intensos!
¡De mi alma
irán saliendo los que allí tengo presos…
y será un manantial… un manantial de besos!
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