domingo, 10 de julio de 2016

Poema ¡Decidí Ser Palmera!


Este domingo de amor, música y versos, reconozco que a veces, tristemente, nuestro amor no es apreciado, valorado, ni correspondido… Es que, ¡Quien no tiene amor, no puede entender el amor y nadie puede dar lo que no tiene!  ¡Pero “aleluya”, hay muchos corazones llenos de amor queriendo encontrar a quien darles su amor! ¡No dejemos que alguien sin amor, que no puede comprender nuestro amor, nos quite el gozo! ¡El gozo y el amor son el regalo más grande y bello que Dios nos da en la vida! ¡Sacudamos la cabeza, como hacen las palmeras al viento y miremos los arreboles que pintan el cielo del nuevo amanecer de amor y gozo para nuestro corazón! De mi inspiración, con todo mi amor, para ti:

¡DECIDÍ SER PALMERA…!

¡Una tarde de abril… cuando el sol se ponía
con dorado arrebol…!  ¡Tú… mi mente invadías…!
¡Y yo cerré mis ojos como siempre lo hacía
cuando a mí, tu recuerdo… sin anunciar venía…!
¡Allí estabas de nuevo con tu dulce sonrisa…!

¡Llegó hasta mi el recuerdo… Cuando las mandarinas
con su aroma a azahares inundaban la brisa…
y yo oía tus pasos… y corría a tu encuentro…!
¡Y como un vuelo de ave… voló mi pensamiento
y recorrí parajes que una vez fueron nuestros…!
¡Los lugares que fueron por ti, mi paraíso…!

Y… ¿dónde quedó todo?, me pregunté… ¿Qué se hizo
la ensoñación primera? ¿Y “el beso del hechizo”
que movió mis entrañas aquella primavera?...
¡La musa de los tiempos me hirió… con esa espina
de ilusión y promesas que ya no volverían…!

¡Y quise ser entonces… como nube viajera
que se pierde en el cielo… Quise ser golondrina…        
con alas extendidas en vuelo… y no pensar…!                 
¡No sentir cómo duele… el sueño que termina…!
¡Ser ruiseñor… calandria… un mirlo… un zorzal…
la oropéndola alegre… cantando en un rosal…!

¡Quise… sólo dejarte dormido en el recuerdo…
silente… taciturno… callado… sin hablar…!
¡Allí… donde han quedado las cosas que yo pierdo
porque son hojas mustias que se llevó el invierno…
ya no están en mi sueño… cuando quiero soñar…!
   
¿Y lágrimas? ¡No hubo! ¡Salió de mí un quebranto
muy parecido al llanto… pero fue una canción!
¡Era la despedida… yo creí amarte tanto…!
¡Con trino de jilgueros y notas de gorrión
se fue desvaneciendo dejando un desencanto…!
¡Fue larga aquella noche… la que ahogó mi pasión…!

¡Pero la nueva aurora… trajo fulgor y encanto!
Y radiante… mi dueño… como el ardiente sol
con rosas en sus manos… para que yo sonriera
trajo un abril de ocasos pintados de arrebol…! 
¡Ahora soy… al viento… despeinada palmera
porque llevo por siempre… cantando el corazón!

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