¡ AMOR Y
COLOR... EL ARCO IRIS! ¿QUIÉN LO HIZO, QUIÉN LO USA?
MENSAJE # 51
-¡Disfruta
cada link! ¡Regresa al mensaje y que sea de bendición!
¡Oh mis arco iris boqueteños! ¡Nunca, en ningún sitio del mundo donde
Dios me ha permitido estar, he visto nada tan hermoso, creativo, artístico,
romántico y alegre, como esos arcos iris!
Un arco de colores, cuyos bordes nacen y se ocultan en el suelo, en
alguna montaña, en algún sitio recóndito, que nunca el hombre podrá ubicar,
porque cuando uno se acerca, él es nada en el aire, color en el vacío,
inspiración en la mente, paz en el alma. Es la Señal del Pacto entre Dios y Noé
de que la tierra no sería destruida otra vez con un diluvio de aguas. Así lo
declara Génesis “Pacto Divino”. Sí, el “acuerdo voluntario” escrito por Dios en
el cielo con un simple y perfecto arco colorido que sólo Él pudo hacer. El arco
iris es el “Convenio” que estableció “la autoridad que está sobre toda
autoridad”, el Creador del Universo.
¡Esto es digno de repetirse: “Dios es la autoridad que está sobre toda
autoridad; y sus decretos y mandamientos están, sobre todo decreto hecho por
“cualquier autoridad terrenal”!... ¡Oye eso, autoridades de mi patria, oye eso!
¡El que tiene oídos para oír que oiga,
dice el Señor!
¡Sigamos hablando del precioso arco iris de las alturas, pues el amor
de Dios es tan grande que nos muestra esa “señal a colores” en su cielo
majestuoso!...
El hombre y la mujer, únicas dos criaturas hechas a imagen y semejanza
del Dios Todopoderoso digno de ser alabado y temido, por su magnificencia, por
su grandeza y su inigualable poder; ese varón y esa hembra, creación de las
manos del Rey de reyes, están obligados a conocer lo que nuestro Dios desea y exige
de nosotros. Deben conocer el rechazo total de Dios, a “todo aquello que no se
sujeta a su mandato”. Dios es amor, pero es celoso de su gloria y declara
“culpable” y “condena” a quien se haga “parte y partícipe de las maquinaciones
destructoras” del príncipe de este siglo, conocido como “príncipe de las
tinieblas”. “Ni Él ni sus seguidores temen ni respetan al Dios de los cielos”.
Por eso es también: “el tentador”, porque tienta al mundo y tienta a “los que
legislan las leyes de las naciones” sobre todo atacando a “la familia”, el
núcleo de Dios. ¡De sus planes debemos cuidarnos, y cuidar a quienes amamos!
Hablo de los planes de Satanás. ¡Se viste de “ángel de luz” y “a lo malo le
llama bueno” y convence de esto, a los que están alejados de Dios y a los débiles en la fe” usando sus bocas, talentos,
sus posiciones en la sociedad y sus profesiones, para regar su semilla del mal.
Ese tentador, promueve lo que a Dios no le agrada, haciendo ver, como hizo ver,
la serpiente del Edén: “que no hay nada que temer”, que eso que promueve, “está
bien visto a los ojos de un Dios que no hace acepción de personas”. ¡Cuidado! ¡Dios
rechaza el pecado! ¡Ama al pecador, más rechaza el pecado, esperando el
arrepentimiento y el cambio de quien anda mal, de quien está en “desacato” con
Él, de quien, como Satanás, quiere ser Dios imponiendo cosas “dizque nuevas y
dizque buenas”, haciendo juego de palabras y manipulando leyes en contra de lo
que Dios ha establecido!...
¡Volvamos al arco iris!... ¡Cuidado! El arco iris no es algo que pueda
tomarse a la ligera para representar “cualquier cosa” o a “cualquiera”. ¡Cuidado!
¡Dios es un Dios de Pactos! ¡Y Él, sí cumple sus pactos! ¡Debo mirar con mucho
cuidado, qué uso le doy al “arco iris” de Dios; a esa señal del “Pacto Divino”,
a “La disposición Soberana” del Hacedor de los cielos, la tierra, el mar, las
fuentes de las aguas; de los relámpagos de fuego, de la tempestad que el hombre
no puede calmar… y del “hombre y la mujer… del varón y su ayuda idónea, su
mujer”, hechos a su imagen y semejanza y quien les ordenó multiplicarse, poblar
y sojuzgar la tierra!
¡Cuidado, hablo del Dios que permite la enfermedad y da la sanidad; del
que mandó las plagas al arrogante faraón de Egipto; hablo del Dios de Moisés
que dividió el Mar Rojo; del dueño de los Tiempos, del que venció a la muerte, del
único Arquitecto de las maravillas que nos llenan de admiración; del Deseado de
las naciones que nos pone de rodillas cuando nos preguntamos con amor y respeto:
“Quién no te temerá, Oh Señor”, porque tú has dicho que: “Toda rodilla se
doblará y toda lengua confesará que Jesús es el Señor”. “Habiendo conocido al Dios de amor, al Dios
de Pacto que me creó y te creó a ti… Declaro que: “Jesús es el Señor de Panamá”.
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