viernes, 27 de mayo de 2016

45. ¡Sueños! ¡Sueños Rotos...! ¿Dónde Quedan?


 ¡SUEÑOS! ¡SUEÑOS ROTOS…! ¿DÓNDE QUEDAN?
MENSAJE #45
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¡Hay sueños, ilusiones y anhelos que nacen en el corazón y la mente de una persona, de una pareja, de un matrimonio, de una familia o de un grupo! ¡Hay sueños de una nación y los hay  universales! ¡Anhelos que nacen en el corazón de Dios y necesitan del esfuerzo y seguimiento del ser humano para que a su debido tiempo, sean una realidad! ¡Una meta, objetivo o finalidad se logra estando despierto, aunque se llame: “un sueño”!... Pero la vida tiene obstáculos, y muchas veces un sueño se convierte en una pesadilla.
Hablemos de Segismundo, frustrado personaje de Pedro Calderón de la Barca en su monólogo “La vida es sueño”... Este dramaturgo español, Calderón de la Barca, vivió hace 400 años pero sus versos aún provocan en mí, profundas reflexiones... “La Vida es Sueño”, drama que se estrenó en 1635, cuenta la historia del rey Basilio, quien consultó a las estrellas en un oráculo que le advirtió que el hijo que su esposa daría a luz, sería la desgracia de su reino, un rey tirano y cruel. Al nacer el príncipe Segismundo su madre murió y el rey Basilio, aterrado por aquella predicción, encerró a su hijo en una torre entre montañas con su Ayo Clotaldo, quien enseñó a Segismundo todo lo que él sabía. Segismundo se hizo hombre y un día su padre, arrepentido, lo trajo al palacio pero como se portó agresivo como fiera por la amargura que el encierro provocó en su corazón, el rey lo drogó y lo volvió a encerrar. Al despertar Segismundo, Clotaldo le hizo creer que todo aquello que decía haber vivido en el palacio de su padre, “había sido sólo un sueño” pues nunca había salido de la torre. Reflexionando acerca de su vida y su sueño encontró que ambas se parecían y concluyó que: “la vida es un sueño; y que los sueños, sueños son”. Segismundo recapacitó y el rey le dio otra oportunidad de volver al palacio. Esta vez, el príncipe Segismundo se ganó el aprecio de todos, perdonó a su padre por haberlo encerrado en aquella torre y su pueblo lo aclamó “rey”.     https://www.youtube.com/watch?v=SaDZqcRAG4I
¡Las ilusiones y sueños van unidos a la esperanza aunque haya momentos en que parece que se ésta se pierde: la esperanza en el amor, esperanza de triunfar, de mejorar las finanzas, de sanar, etc.! ¡La esperanza, como un tren o un barco a veces parte, dejando atrás en el andén o el puerto, los anhelos, los sueños… sueños rotos!... Un sueño, además de ser un anhelo, deseo, ilusión, quimera o algo deseado, es un estado de reposo, una necesidad de dormir y descansar, contrario a la vigilia o al estar despierto. Y es en ese estado, en que el ser humano abandona su cuerpo al descanso cuando muchos de los mensajes de Dios han sido recibidos. Dios, habla en sueños y también da el don de interpretar los sueños. Las Escrituras dicen que Adán cayó en un profundo sueño; Jacob soñó una escalera y ángeles que subían y bajaban por ella; José, hijo de Jacob, soñó con manojos de espigas que se inclinaban ante su manojo; y con el sol, la luna y once estrellas que se inclinaban ante él, e interpretó los sueños del copero y el panadero del rey de Egipto. Dios vino a Labán en sueño, mientras perseguía a Jacob. Daniel, interpretó los sueños del rey Nabucodonosor de Babilonia. José el carpintero soñó a un ángel que anunciaba la preñez de María y el nacimiento de Jesús. Juan soñó el final del mundo, las revelaciones o apocalipsis.
Son algunos ejemplos de sueños, mensajes de  Dios de lo que hará con el hombre para lograr sus planes. Cuando sueñes, pide a Dios que te dé también el don de poder interpretar tu sueño. Es posible que en ese sueño Dios te hable de algo importante que ocurrirá o te prevenga de algo que debes evitar, por tu bien.  Dios nos da sueños pero, existe un enemigo que se empeña en destruirlos, torcerlos, romperlos. Los convierte en ¡Sueños rotos! ¿Quién es el “enemigo rompe sueños”? A veces Satanás, a veces nosotros mismos, inducidos por el poder de ese terrible enemigo que tuerce nuestros pasos y luego nos acusa ante el Padre. Podemos ser vencedores en cada batalla sabiendo esta palabra de Dios: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 5:8-11
Después de conocer estos versículos debo estar alerta en todo momento, primero para no fallarle a Dios. Y descansar en la convicción y la confianza de que Él está conmigo en todas mis luchas. Dios transforma las cosas, por eso, “todo sueño roto, puede ser restaurado por su poder; pues “Nada hay imposible para Dios”. Lucas 1:37

¡Dios te bendiga con sueños de amor, salud y prosperidad y restaure todos tus “sueños rotos”!

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