Nuestro mensaje de
la semana, va dedicado al ser especial a quien Dios llama “Sacerdote de la Casa
y el rey del hogar”, a: “PAPÁ”. Y mi poema “¡Padre Nuestro! ¡Padre Bueno!”,
inspirado en “el Padre de las luces, en quien no hay mudanza ni sombra de
variación”, el Padre Celestial.
¡VUELA ÁGUILA… VUELA ALTO!
MENSAJE #48
-¡Disfruta
cada link! ¡Regresa al mensaje y que sea de bendición!
¡Dedico este “Retrato
Hablado” a cada hombre que llena su corazón de amor! ¡Al alma sensible que se
inflama del fuego divino del grande y fiel “Amor de Padre”! Hoy me inspira el amor de
“alguien especial”
cuyo corazón se desborda “en amor” para con todo el que esté a su lado.
Ese es: “Mi esposo
Feliciano”, quien por décadas ha hecho mi vida placentera y… “feliciana”!
Toda persona puede
ser descrita con facilidad, físicamente, con sólo mirarla. Y sería muy fácil
describir a mi esposo físicamente: alto, delgado, cabello canoso, bigote, ojos
negros… y como lo miro con ojos de amor, al final habré descrito a un hombre tan
bien parecido que, Hollywood querrá contratarlo. Pero después de vivir varias
décadas con Feliciano, deseo describir esa parte de él, que he conocido día a
día y me merece el placer de representarlo hoy, como: un “Águila”.
“Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se
cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”(Isaías 40:30-31)
¡El águila fue creada
por Dios para conquistar las alturas! ¡Fuertes garras y pico! ¡Bello plumaje y
una visión telescópica! ¡Soporta tempestades y enfrenta tormentas porque nació
para vencer! ¡Construye su amplio nido de 6x3m de ancho; a 3,000m de altura! ¡Es
monógama y fiel! ¡Un ejemplo en el trabajo y en el acicalamiento y cuidado diario
de sus plumas! ¡Sus grandes alas, de dos metros de ancho, alcanzan un vuelo de
320 km x hora! Sabe que nació para vivir pero, a los 40 años de vida, debe
tomar una terrible decisión: ¡renovarse o morir!... Entonces vuela al más alto
y solitario peñasco y enfrenta el doloroso proceso de su renovación. Su
encorvado pico lo golpea contra la roca hasta arrancarlo y espera a que salga
el nuevo, para con él, arrancar sus viejas y débiles garras y plumas, una a una.
¡Pasa 150 días en su doloroso aislamiento! Y luego, ¡Emprende el vuelo hacia la
segunda etapa de su larga vida de 70 años… fuerte y renovada! Águila en hebreo
es: silbido, sonido de viento, canto, melodía. ¡Sus alas, extendidas en vuelo,
producen una melodía; sonido que despierta a sus polluelos en el nido y los
prepara antes de su descenso! ¡Es una alegoría de la esperada, segunda venida
del Hijo de Dios; con cuya melodía producida por la predicación de su palabra,
invita a sus hijos a estar preparados para su llegada, cuyo día y hora, nadie
sabe!
¡El hombre y el
águila representan lo mejor de la creación de Dios! ¡El hombre por sí sólo,
nada puede hacer pero, el que descubre la necesidad de renovarse para Dios: se
arma de valor, golpea su pico contra la roca hasta desprenderse de su pasado y
renueva el alma! ¡Decide arrancar de sí, aquello que lo debilita, y lo logra! ¡Queda
postrado de dolor en el proceso pero alcanza de Dios, la grandeza y la
excelencia que Él ha prometido para los que le aman en espíritu y en verdad! ¡Ese
es el Águila que duerme en mi cama! ¡Su sencillo y quebrantado corazón, cada
día, está delante de su Creador: dando gracias por todo; confiado, con la fe
que mueve las montañas, en que sus misericordias son nuevas cada mañana! ¡Teniendo
su palabra como lámpara a sus pies y lumbrera en su camino!.. Lo he visto y lo
acompaño cada vez, en las grandes luchas espirituales, donde se pelea con
lágrimas, las almas para Cristo. Con oración permanente: por los hogares, la
familia, amigos, empleados, vecinos; por nuestro país, sus gobernantes de turno,
y este mundo en mano de las fuerzas destructoras de nuestros niños y nuestra juventud.
Aprendió la humildad de ser un abogado que deja “sus casos” totalmente en manos
del Abogado de abogados, Doctor de doctores, Rey de reyes y Señor de señores;
porque somos testigos de su gran poder sanador y de sus bendiciones de
prosperidad, paz y gozo en nuestras vidas; sin desestimar nunca, el poder de
nuestro enemigo espiritual. Sus manos cariñosas siempre estimulan y animan mi
dedicación a él, con rosas y presentes; y regala a mi corazón siendo un ejemplo
de amor e integridad para nuestra descendencia. En visión, a Ezequiel y a Juan en Apocalipsis,
Dios les mostró la cara de cuatro seres, y uno de ellos era: “el águila”... ¡El
Águila Real, ya vuela, y la música de sus alas anuncian su venida!... ¡Saca el
águila que hay en ti! ¡Atrévete a brillar como una estrella en el firmamento! ¡Entrega
a Dios tu voluntad y alcanza tus metas! ¡Sé, en las manos del Creador, el
águila que siempre soñaste ser! ¡Vuela alto, muy alto, en un vuelo majestuoso!
Y ¡Enséñale a volar a tus polluelos! ¡Feliz día del Padre, con Dios en tu
corazón! ¡Recibe mi amoroso abrazo!
¡PADRE NUESTRO! ¡PADRE BUENO!
¡La tormenta arreciaba… silbaba el vendaval!
¡Relámpagos cruzaban por la bóveda oscura!
¡Y con el recio viento de aquel gran temporal
la rama… sin sus hojas… se quedaba desnuda!
¡Ella… con sus pequeños… de miedo, abrazados!
¡Sus ojos muy abiertos… lágrimas y sollozos!
¡Están solos… tan solos… sintiéndose
olvidados…!
¡Tormenta que en sus vidas causa grandes
destrozos!
¡Vendaval y ventisca… borrasca y aguacero…!
¡El mundo que amenaza… mientras retumba el
trueno…!
¡Pero hay siempre unos brazos… y hay un amor
sincero…!
¡Es… el del Padre Nuestro!... ¡Es... el del
Padre Bueno!
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