martes, 26 de abril de 2016

¡Si No Te Comparto Esto...Me Ahogo!

¡SI NO TE COMPARTO ESTO… ME AHOGO!
Después de haberte hablado de los besos del Cantar de los cantares del rey Salomón y luego de mi poema “Besos”, el cual acababa de escribir, el domingo, me fui a mi iglesia. ¡Como siempre Dios me tenía una sorpresa! ¿Has oído hablar de Nicky Cruz? Era el jefe de las más temidas pandillas de Nueva York hasta que un día en un tiroteo con la policía, fue a dar a la camilla de un cuarto de urgencia, muerto. (Dios me había preparado con el tema de “besos” y ¿para qué?)... Allí estaba Nicky Cruz, en vivo, esperando por mí para regalarme el testimonio de su encuentro con el Señor, el cual sacó mis lágrimas) Dios, vestido de blanco, llegó hasta la camilla donde él estaba muerto. Con sus dedos abrió su pecho y con sus manos arrancó su corazón del pecho. Y en medio de la sangre que chorreaba, Dios le daba “besos, besos, besos”… hasta que su corazón estuvo limpio. Nicky vivió y dedica su vida al Señor contando al mundo la transformación que Dios hizo en su corazón cuando lo limpió con sus besos y se alojó en él…
“Oh Dios bueno, limpia mi corazón con tus besos… y dame vida para compartirle al mundo la transformación que tu amor también ha hecho en mi”.  

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