¿Qué me niegue a mí misma?
¿Qué deje todo por ti? Uf ¡No es fácil Señor! Que deje lo que yo quiero, lo que
me gusta, lo que deseo, lo que siento que me hace feliz, lo que me hace soñar…
¿Que todo lo deje por ti? ¿Cómo puedes Señor, pedirme tanto?... ¡Sola no puedo
hacerlo, Señor! ¡No puedo! ¡Solamente podré lograrlo si tú estás conmigo en
cada instante de mi vida!... ¡Tú lo sabes, Señor, porque tú le pediste a tu
Padre “Pasa de mí esta copa” pero, Jesús, ¡Qué ejemplo me das cuando añadiste:
“Pero, no se haga mi voluntad, sino la tuya”!... ¡Ayúdame, Señor, ayúdame a
poder negarme a mí misma, y poder decir: “No se haga mi voluntad, sino la
tuya”!
No hay comentarios:
Publicar un comentario