¡NO TE LO PIERDAS!... ¡ES PARA TI!
¡Dios es amor! ¡Y Él desea que vivamos el
amor! Nos ha regalado el tiempo para
vivir y disfrutarlo. Te regalo este “Domingo de Versos”. Empecemos, por
supuesto, con versos del Señor, del Libro de Cantares del Rey Salomón. Luego,
humildemente, te regalo mi inspiración titulada: ¡Besos!
Cantar de los cantares, el cual es de Salomón.
¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
Porque mejores son tus amores que el vino.
A más del olor de tus suaves ungüentos,
Tu nombre es como ungüento derramado;
Por eso las doncellas te aman.
Atráeme; en pos de ti correremos.
(¡Qué belleza ¿No? Son los versos del sabio
rey!)
¡BESOS!
(Autora: Markela Rojer de Ballesteros)
¡Besos! Te despediste diciendo sólo: ¡Besos!
Y cerrando mis ojos, yo anhelé tantos de
esos…
de esos besos tranquilos, taciturnos,
serenos…
De esos besos tan tuyos y tan míos y tan
nuestros…
que derriten la nieve porque son puro fuego.
¡Besos de aquel verano… que ahora son de este
invierno!
Una sed… como nunca… resecóme la boca…
una sed infinita de vivir tu embeleso…
sabiendo que esta llama… sólo tu amor sofoca…
cuando yo te provoco y tu amor me provoca.
Y dije en el silencio… ¡besos!... ¡sólo tus
besos!
Y cerrando los ojos, yo anhelé tantos de
esos…
De esos besos tranquilos, taciturnos,
serenos,
de esos besos tan tuyos y tan míos y tan
tiernos.
¡De esos cálidos besos de un amor que está
preso!
¡Que va hirviendo en la sangre y se agita en
el pecho…!
Sólo dijiste: ¡Besos! Como un “Hasta mañana”
y me envolvió el lejano tañer de una campana
que humedeció los sueños que brotaron del
alma.
¡No sabes lo que ocurre con sólo decir…
¡Besos!
¡Se levantan las olas del mar… que turbulento
me revuelca en sus ondas a un fondo de
misterio
donde hay sólo vigilias porque no duerme el
tiempo
y donde las caricias, son de amor, alimento…!
¡Donde tu amor y el mío, donde el fin de lo
nuestro
es: “vivieron felices” como un final de
cuento…!
¡Y nuestra sed se sacia con besos... besos...
besos!
(¡Disfruta mis versos y renueva tus besos!)
Dios te ama y yo te amo… ¡Bendición!...
Markela
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