domingo, 27 de marzo de 2016

#38 ¡Semana Santa: "Amor y Pasión"! ¿Lo habré entendido?


              ¡SEMANA SANTA: “AMOR Y PASIÓN”!  ¿LO HABRÉ ENTENDIDO?          
MENSAJE # 38 
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¡Alguien escribe! ¡Alguien canta! ¡Alguien escucha! ¡Alguien lo pone por obra!..¡El amor, amor que mueve al mundo!: ¡El amor por una persona, por la tierra, amor a la libertad, al dinero, a...! ¡El “Amor Apasionado”… Sí, ¡el amor va unido a la “Pasión”!...“Ese Amor” que es vivo afecto, virtud de bondad y compasión hacia quien se le desea todo lo bueno.  ¡Esa “Pasión” y devoción que trasciende del sentimiento, al alma y la mente que se identifican con Dios!  
Esa “Pasión”: sentimiento vehemente que es capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón.  La “Pasión” que es sufrimiento, agonía, dolor intenso: espiritual, emocional y físico. La pasión de un amor que nos lleva a renunciar a todo por no hacerle daño a quien amamos.

Ningún historiador serio ni aún el más ateo duda de la existencia de Jesús.Existen varias fuentes profanas que testifican su existencia y corroboran muchos acontecimientos descritos en la Biblia
(Fuente primaria de evidencias. El libro más grande y cuidadosamente examinado en la historia de la humanidad). El mundo celebra la navidad, la “encarnación de Dios”. Y “El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” ¿Quién? ¡Jesús es el Verbo, La Palabra de Dios hecha hombre! ¡Hay mentes y corazones de piedra que no logran entenderlo! Y si no entienden el misterio de la “Vida” ¿Cómo podrán entender el de la “Muerte”? Y es que la muerte no es sólo lo que ocurre al dejar de respirar (que es la muerte física) puesto que existe una, peor que esa: la muerte espiritual, la que nos causa el pecado: “la separación de Dios”.
Está escrito: “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿Quién es suficiente? Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.” 2 Corintios 2:15-17  
¡Resurrección de Jesús! ¿Será bien comprendida?  Dios envió a su hijo a vivir entre nosotros. A sentir en su naturaleza humana el hambre, la sed y el dolor como nosotros, más no el pecado. Él, por su gran amor asumió nuestra deuda por el pecado. Ofrendó su vida como acto supremo para reconciliarnos con Dios, llevando sobre Él todos los pecados y transgresiones de la humanidad.
La “Pasión de su amor” fue su sufrimiento, incluyendo la traición de uno de sus discípulos, el arresto en el Huerto de Getsemaní, el juicio ante Poncio Pilato, su azotamiento en la columna, su carga de la cruz, su crucifixión y su muerte y sepultura.

La transgresión y el pecado quebrantan las leyes de Dios y nos ocasionan angustia en la mente y en el corazón.  Pero Dios, nos dio un arma: “el arrepentimiento” para vencer al enemigo, mismo  enemigo que lo tentó a Él, siendo el Hijo de Dios. Esclaviza la mente y el cuerpo manejándonos como a títeres con su poder diabólico para, alejarnos de las promesas del Señor y de la vida eterna.  “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas” Gén.19:17  ¡Así nos advierte su Palabra!
¡Jesús venció a la muerte por ti y por mí! ¡Apoyémonos unos a otros y su sacrificio no sea en vano!
 “Seamos hacedores y no oidores olvidadizos de su palabra”
https://www.youtube.com/watch?v=TC2kACYbWpc

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